SUS QUERIDOS REYES MAGOS

Queridos Reyes Magos:

Ya sé que os pillo de vuelta, supongo que después del estrés de repartir tantos regalos en una noche, la operación retorno la hacéis de manera más relajada. Os imagino haciendo ruta de paradores y hoteles con encanto hasta llegar a casa. Igual me equivoco y os metéis en un jet privado y me leéis con el iPad debajo de una palmera disfrutando de unas merecidas vacaciones. Lo cierto es que nunca me había planteado que podía pasar después del día seis de Enero, y solo vuelvo a tener noticias vuestras cuando comenzáis a andar entre un fondo de corcho y un papel azul lleno de estrellas. No sé si es por culpa mía o porque sois unos descastados, pero a ver si nos hablamos más.

Desde donde estéis solo os pido un poco de atención, y si os parece bien la propuesta que os hago, entonces espero que me otorguéis el favor, aunque a cambio os llevéis todos los regalos. Allá voy.

Os pido el brillo de sus ojos al mirarme, que sus ratos libres sea para pensar en mí y si no encuentra momento de asueto, que lo busque con ahínco sólo por el placer de perder el tiempo recordándome, inventando historias a mi lado, soñando despierto un momento conmigo. 

Os ruego la sonrisa cómplice y la caricia furtiva, la ilusión por el reencuentro y la pasión de los besos constantes y entregados: sinceros, más allá del inmenso placer carnal.

Os imploro por el abrazo reconfortante y cálido que borra problemas y colorea las nubes, ese que puede llegar incluso en una mirada, el que me evite las ganas de salir huyendo cuando llegan los problemas, el que es barrera contra la dureza del mundo exterior. Y que se de cuenta de que me hace falta.

Os pido palabras, sus palabras de amor más allá de sus palabras, forjando actitudes y hechos concretos. No quisiera fórmulas típicas vacías, de compromiso o de rutina.

Y comprensión, os ruego que comprenda mi torpeza, mis fallos y mis miedos, que sea capaz de entender mi complejidades mis absurdos. Que no se desespere con mis manías y comprenda mi manera de amarle. 

Ya sé, ya sé que me diréis que todo eso lo tengo en mayor o menor media, pero quiero que me otorguéis el don de darme cuenta y a él de ser consciente de cuánto lo admiro y amo. No es mucho pedir Reyes Magos, en el fondo es mucho más fácil esto que cualquier juguete de última moda. No me olvidéis.
Muchas Gracias…